Urgencias cardiacas
El corazón está primero
Durante este tiempo de confinamiento se ha optado por consultas virtuales o prescindir de acudir al médico, no obstante, algunos padecimientos cardiacos requieren consulta obligatoria en urgencias.
Cuando pensamos en la epidemia actual del coronavirus, inmediatamente vienen a la mente los hospitales llenos, gente pidiendo atención en los servicios de urgencias y la alta probabilidad de infectarnos si vamos a solicitar consulta.
Las estadísticas actuales han demostrado una gran reducción del número de consultas en los servicios de consulta externa y mucho más de las áreas de urgencias. En el caso de cardiología, en países con alta demanda de servicios de cardiología urgente, es decir, para cateterismo cardiaco y las unidades de cuidados coronarios y postquirúrgicos, ha reducido su demanda en un 70% ¡esto es muchísimo!
¿Quiere decir que ya no hay tantos infartos ni urgencias cardiovasculares? Pues no. Resulta ser que, aunque la pandemia de coronavirus ha llenado hospitales y provoca también problemas cardiovasculares relacionados a trombosis, y que ha sido nuestro foco de atención recientemente, las cardiopatías no han dejado de ser el segundo lugar en causas de muertes en el mundo. Sigue habiendo infartos y el resto de complicaciones cardiovasculares causantes de internamientos y muertes en todo el mundo.
Más allá del Covid-19
Aunque todas las muertes se enfocan en Covid-19, las estadísticas nos muestran un aumento en las muertes por todas las causas, y la mayoría de esos pacientes no tuvieron que ver con coronavirus, o bien tenían un antecedente de riesgo cardiovascular, y decidieron no acudir a urgencias por miedo. Se complican y mueren en casa, ante la sugerencia en general de no ir a un servicio hospitalario.
Estos pacientes, que no quisieron atenderse en un hospital, prefirieron acudir a un médico de farmacia, o mejor se quedaron en casa por el miedo a infectarse de coronavirus. Aunque será difícil demostrar por la falta de autopsias en toda persona que muere en casa o en la calle, en otros países sí se logró ver que en general las personas no quieren ir al hospital.
Pero entonces, ¿qué es lo urgente en cardiología y que no puede ser diferido?
Urgencias obligatorias
Definitivamente, para los infartos, sea o no Covid-19, ya están establecidos los protocolos en cada hospital, privados y públicos, para atender estos casos. Cualquier persona con factores de riesgo como edad, diabetes, hipertensión, tabaquismo, sobrepeso, colesterol elevado y que tengan un intenso dolor u opresión en el pecho, que lo hace sudar o provoca angustia, que le impide respirar, ya con o sin antecedentes, debería de ir a un servicio de urgencias calificado para tomar y valorar un electrocardiograma.
Se hace énfasis en servicio de urgencias calificado, donde se pueda atender un infarto, no laboratorios, ni farmacias, ni pequeñas clínicas donde solo se toma el electrocardiograma y no hay con que atender un infarto. Tenemos varios artículos previos e información de los signos y síntomas de un infarto.
La otra causa para consulta de urgencias obligatoria es el sincope de origen cardiaco. Es decir, la persona que hizo muerte súbita, que tuvo parada cardiaca, que su corazón tuvo una arritmia letal, con y sin antecedentes cardiovasculares, y que se sospecha de origen cardiaco. Requiere reanimación e inmediato traslado a un hospital.
Atención al estrés
Durante esta temporada, han llegado muchos pacientes a consulta por síntomas menores y que los consideran cardiacos, sobre todo el dolor o adormecimiento de brazo (solo eso), piquetitos, ardorcitos, dolor de cuello y cabeza, insomnio y otros males múltiples de origen no cardiaco, pero si relacionados a ansiedad y estrés, por el exceso de información negativa y preocupación por la pandemia. Nuestro enemigo a vencer es el miedo y la ansiedad, para así poder distinguir estas reacciones de problemas cardiacos.
La recomendación es que las urgencias cardiacas sean atendidas en hospitales. No en centros de salud, unidades de medicina familiar, clínicas periféricas, laboratorios y mucho menos consultorios, ya sea de farmacias o particulares. Porque no hay equipo para tomar un electrocardiograma, y si lo toman, no siempre hay personal calificado para valorarlo junto con el paciente.
Es importante tener en cuenta que en la mayoría de los hospitales sí están llevando a cabo todas las medidas de prevención para evitar el contagio por Covid-19, y ya se tienen establecidos los protocolos de cada padecimiento y su atención. No se trata solo de cumplir con nuestro trabajo como población de cuidarnos del Covid-19, también de no tener una razón para tener que ir a urgencias, pero si la hay, no dejar pasar un infarto, embolia o muerte súbita de origen cardiaco sin atender; sería una muerte por Covid, sin haberla padecido.